Recordémonos de
Haití.
Dice un dicho: Que la mejor manera de
vivir en paz con los vecinos es no tenerlos...Es una frase que en cierta manera
puede parecer una realidad para algunos casos, pero para el caso de la
Republica Dominicana-Haití no, ya que ambas naciones nacen bajo un esquema
similar, sin embargo no con las mismas culturas y identidades, es un caso digno
de analizar para la humanidad y más bien digno de ser tomado en cuenta por
ambas naciones, ya que con un Haití frágil no se podrá tener una Republica
Dominicana fuerte, volvemos a caer con la frase que inicio y hacer la pregunta:
¿Es mejor no tenerlos?. Pues si nos hacemos la pregunta desde el punto de vista
que se nos ha enseñado la historia en la educación dominicana la respuesta
seria (NO), pero cabe destacar que este ha sido una mala respuesta a un vecino
que ha proporcionado un intercambio comercial siendo este el segundo más
importante para la Republica Dominicana después del mercado de los EE.UU, las
relaciones con el vecino país de Haití son relaciones especiales y para
entender su accionar debemos partir a la historia viendo el desarrollo social
de esta nación, Haití como país necesita y necesitara por largo tiempo ayuda de
los hermanos países de la región dando como primordial dentro de las
posibilidades la ayuda de la Republica Dominicana, con esto no quisiera dejar
de tocar que esa elite mulata haitiana debe de cambiar su forma de pensar y
comenzar a ser mas humanitaria para poder superar esta problemática que arropa
al hermano país de Haití, ¿Por qué cito la elite mulata haitiana?, porque si
vemos el desarrollo de la Republica de Haití, podremos ver que este sector social
ha sido quien ha ejecutado en el transcurso de la historia la mayoría de las políticas
públicas estatales del hermano país, y no es menos responsable de la situación que
vive dicha Republica. La humanidad, la elite haitiana y no menos que la
Republica Dominicana no puede olvidarse de Haití.
NO NOS OLVIDEMOS DE HAITI.